martes, 30 de marzo de 2010

Modesto Montoya: Un salpino apasionado por la física nuclear










Por Luis Cabrera Vigo
informativo.unt@gmail.com

Salpo, 1949
Una estrella fugaz corre por el cielo del 24 de febrero, bajo el cerro Ragash. Un breve llanto, a 3,660 metros sobre el nivel del mar, indica la llegada al mundo del hijo de Álvaro Montoya y Clara Zavaleta. Tiene los ojos vivarachos. Lo cubren del frío. Un año antes se había retirado la Northen Perú y empezó el éxodo. A Modesto se lo lleva la ola a Chimbote, donde su padre trabajará de ebanista. Sólo cinco años después volverá al Balcón de Dios. Entonces vendrían las ovejas, el profesor Estuardo Meléndez, la Escuela de Varones 255 y El Quijote con sus molinos de viento.

Lima, 1966
Época de Bonanza en el primer gobierno de Belaunde Terry. La ciencia está en sus venas. Obtiene las primeras luces en el Instituto Industrial 36 de Chimbote. Lo espera la beca del Politécnico José Pardo, lo aguarda la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad Nacional de Ingeniería y nuevamente una beca de la Fundación Ford, que llevará a convertirse en Maestro en Ciencias en 1974. Ya tiene 25 años.

París, 1975
Una beca lo lleva al país de la Torre Eiffel. Lo esperan los núcleos atómicos, los ciclotrones, los aceleradores de partículas y reactores en el Instituto de Física Nuclear de Orsay. Le darán el Diploma de Estudios Especializados en física nuclear en 1976. Al año siguiente el doctorado de tercer ciclo en física nuclear y física de partículas y la beca de la Comisión de Energía Atómica de Francia le permite el doctorado de Estado en 1981, por su trabajo sobre fisión fría.

Trujillo, 2010
26 de marzo. 10.30 horas. Es convocado por la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas para conferencia “Políticas Públicas para el Retorno de Talentos Científicos en el Extranjero” en la Escuela de Postgrado de la UNT. Ha llegado con el decano Marcial Vásquez. Nos sorprende la variedad en el público: estudiantes de ingeniería y de comunicaciones, profesores de Matemáticas, de Economía y hasta de Arqueología.
Luego de la charla altamente motivadora, accedió a conversar durante 5 minutos:

- ¿Cómo empezó su pasión por la ciencia?
- Como han visto en la exposición fui pastor de ovejas en La Libertad y la naturaleza para un niño de diez años es algo increíble porque ofrece extraordinarios secretos y la pasión natural de la conocerla. También tuve la suerte de estudiar en un politécnico del Santa y luego hacer practicas en Sider Perú. De modo que estuve en contacto desde mis primeros años con la tecnología. Eso es fundamental para todos.

- ¿Con qué área de la ciencia fue su primer contacto?
- En mi pueblo natal Salpo con rayos, truenos, con la agricultura, la crianza de las aves, nacimiento de las ovejas, fui testigo del proceso de la multiplicación de las plantas y animales, hasta silvestres como arañas y lagartijas. Fue una época maravillosa. A los 11 años en Chimbote, en Sider Perú tuve contacto con los electroimanes, motores y generadores y a los 13 años me dieron como tarea de construir un transformador con entrada de 220 voltios y salidas de 3, 6, 9, 12 y 24 voltios. Todo eso formó parte de un proceso natural que me llevó a ser un apasionado de la ciencia.

- ¿Qué logros suyos en la ciencia le permiten están orgulloso?
- Como científico he podido descubrir la fisión fría, que es un fenómeno de fisión que nunca antes se habían estudiado, es decir no emite radiación o neutrones y también he descubierto los fenómenos que hoy en día llevan el nombre de efecto Coulumbiano en la fisión, tal como está reconocida en revistas internacionales. Vale una aclaración: los científicos somos los descubridores de conocimientos, son los tecnólogos los que inventan.

- Al cabo de tantos años, ¿cuáles son sus preocupaciones actuales en el campo de la ciencia?
- Sigo en la investigación de la fisión nuclear y el efecto de la emisión de radiación que perturba la distribución de masas y energía. Pero en paralelo, estoy empeñado en la lucha junto a los demás amigos científicos de Perú para que se cree el Ministerio de Ciencia y Tecnología y Ley de Carrera del Investigador para que los jóvenes tengan la pasión y debido reconocimiento.

- ¿Qué pasos se han dado?
- Ya está en el Congreso el proyecto de Ley. Hace cinco años no se creía en esto, pero ahora hay un convencimiento mayor. La creación de este ministerio es vital para nuestro país, pues en materia de ciencia y tecnología estamos huérfanos. El Concytec no tiene el rango para discutir con los ministros las políticas en ciencia y tecnología y apenas cuenta con un millón de soles para la promoción. En general como país contamos con 100 millones de dólares, mientras que Colombia con 400 millones, Chile con 600 millones, Argentina 1,000 millones y Brasil 6 mil millones de dólares para este rubro.

- Dr. Montoya, háblenos de los niños, de los semilleros de científicos...
- Sí, la ciencia se forma desde la niñez, por lo que estamos empeñados en formar un semillero de niños de 6 a 11 años para que sean los mejores científicos y espero que en Trujillo hagamos algo similar.

- ¿Por qué el Siglo del Conocimiento?
- Porque los países están dando mucha importancia al conocimiento. Lo que hoy se vende es el conocimiento, ya no la materia prima que cuesta muy poquito.

- ¿Y el museo de Ciencia y Tecnología?
- Un Museo de Ciencia y Tecnología eso promoverá que los jóvenes tengan gusto por la ciencia, necesitamos un centro de Ciencia y Tecnología para que puedan iniciarse en ese campo.


Trujillo, sábado 27 de marzo de 2010

2 comentarios:

Ideltonio dijo...

El maestro Modesto Montoya comienza como el Quijote como lo dice la nota. Existe viabilidad para este MInisterio de la Ciencia y la Tecnología. La viabilidad física esta dada por los laboratorios, instalaciones y universidades existentes. La viabilidad económica esta dada por la posibilidad de usar dinero de las reservas internacionales para un ministerio estratégico (sino Montoya no insistiría); la viabilidad política esta por darse por el gobierno, el congreso y la sociedad total, que es la toma de decisiones para la creación de este ministerio, después organización, logros y desarrollo.

Ideltonio dijo...

La UNT tiene las condiciones necesarias y suficientes para apoyar este proyecto de crear un Ministerio de Ciencia y Tecnología. Tiene los profesores y los laboratorios mínimos para cohesionar una propuesta sólida que le dé una viabilidad política. Si hay un cambio de actitud y se da paso al criterio científico la UNT puede cualificar su presencia en las universidades peruanas y hacerla sentir a nivel internacional.